TOCAN BOCINAS Y SIRENAS A LA MISMA HORA
Con el sonar masivo de bocinas y sirenas a la
misma hora del derrumbe que sepultó a 33 mineros a 700 metros de
profundidad en las entrañas del desierto, sus familiares marcaron el
martes los dos meses del accidente.
En tanto, la perforadora T130, una de las tres que cavan túneles para llegar a los mineros y en la que se depositando mayores esperanzas para la evacuación, volvió a parar la noche del lunes debido al desgaste de su martillo y debe reanudar su faena por la tarde, dijo el jefe del operativo de rescate, André Sougarret.
Cristián Barra, jefe de gabinete del Ministerio del Interior, rechazó versiones de prensa de que el operativo se está acomodando para coincidir con un viaje a Europa del presidente Sebastián Piñera, inicialmente previsto para el 15 de este mes, ahora postergado al 17.
Barra dijo que Piñera decidirá "en su momento" si asiste o no al rescate.
"Ninguna decisión ... ha estado vinculada a una decisión política. Aquí el único criterio que se ha utilizado es el del bienestar de los mineros", dijo Barra.
No hay relación con la agenda de Piñera "porque, entre otras cosas, no tenemos ninguna seguridad de que este rescate se pueda hacer antes del día 17", añadió.
"Lo único que hemos hecho y dicho ...fue que de acuerdo a como se han comportado los planes (de las perforadoras) se adelantó el plazo que habíamos hablado, de principios de noviembre, para la segunda quincena de octubre y eso significa toda la segunda quincena de octubre".
Dijo que este viernes comenzarán "ensayos generales" con helicópteros y carros para el día del rescate, pero que eso no significa que éste "sea inminente...Significa que queremos, como hemos hecho en cada una de las etapas, estar perfectamente bien preparados para no cometer errores cuando el rescate se produzca".
El 5 de agosto, cerca de las dos de la tarde, se produjo un derrumbe en la mina San José y los hombres que entraban y salían de un refugio utilizado para comidas quedaron atrapados bajo toneladas de roca.
Sólo el 22 de agosto, con la llegada de un sonda en la que los mineros enviaron un mensaje escrito asegurando que todos estaban bien, se confirmó su sobrevivencia, y arrancó entonces un megaoperativo para rescatarlos, abriendo túneles desde la superficie.
A las afueras de la mina, algunos parientes de los 33 hombres acampan en tiendas, y para recordar los dos meses del accidente planearon subir a una cercana colina, en la que ondean banderas tricolor de Chile, y hacer sonar bocinas de autos, en un breve acto "para darles fuerzas", explicó María Segovia, hermana de Darío Segovia, de 48 años, uno de los mineros atrapados.
El acto simbólico es para "decirles: aquí estamos al pie del cañón y aquí seguiremos" hasta que salgan todos, agregó María a los periodistas.
Segovia, como el resto de los familiares, recibe de los encargados del rescate al final de cada día un informe detallado de cuánto ha avanzado cada perforadora y como en los últimos días la T130 parecía acercarse rápidamente a su meta, entre las familias reina la expectativa que la evacuación sea más pronto de lo que afirman los voceros.
Tres perforadoras rompen la roca hacia los mineros y la que lleva la delantera es la máquina T130, el llamado Plan B de rescate, que abre un ducto de 70 centímetros de diámetro, el ancho requerido para el paso de una jaula o cápsula de acero en la que serán izados uno a uno los mineros.
Aunque el ministro de Minería Laurence Golborne había dicho el lunes por la noche en su cuenta de Twitter que la T130 ya iba en 470 metros de profundidad, en la jornada el jefe de rescate Sougarret aclaró que la máquina se detuvo a los 466 metros debido al problema de desgaste de su martillo.
Explicó además que para el tramo final para superar una curva que existe, decidieron reducir de 70 centímetros a unos 66 el diámetro de la perforación.
Dijo que con esa nueva medida cabe sin problemas la jaula o cápsula de acero en la que serán izados los mineros, porque esa cesta mide 53 centímetros.
La T130 tiene su meta en los 624 metros en los que se encuentra un taller y al que los mineros atrapados tienen acceso a través de una galería desde el refugio.
Ahora, la decisión clave es si se refuerza o no el ducto revistiéndolo con tubos de acero en su interior, cuando lo complete la T130.
Miembros del equipos de rescate y de Geotec, la empresa propietaria de la perforadora, han dicho que en la decisión pesan varios factores, a favor y en contra, pero que lo principal es la seguridad y que se garantice el perfecto desplazamiento de la cápsula.
Sougarret ha dicho que el principal riesgo de no encamisar es que se trabe la cápsula en el túnel, pero que como hay segmentos del ducto en muy bien estado, entonces quizá se decidiría un "encamisamiento" o refuerzo por sectores, pero que la decisión final aún no se toma.
Agregó en la jornada que el Plan A que realiza la perforadora Strata 950, sigue detenido por cambio de sus martillos y está en los 587 metros. Su objetivo está en los 700 metros de profundidad del refugio, pero la Strata cava sólo a unos 38 centímetros de diámetro, y se quieren ahora mínimo 66, por lo que una vez que culmine su primer ducto, debe comenzar de nuevo para ensancharlo.
El Plan C lo realiza la máquina Rig 421 que cava desde el comienzo a 70 centímetros de diámetro y está en proceso de corregir su rumbo. Se encuentra en 265 metros de profundidad, pero los últimos al menos 50 metros lo ha hecho a menor diámetro de 43 centímetros para facilitar su corrección de camino. Sólo cuando se compruebe que está en la vía correcta se reanudará a los 70.
Su meta está a los 598 metros, en la zona intermedia entre el refugio y el taller.
En tanto, la perforadora T130, una de las tres que cavan túneles para llegar a los mineros y en la que se depositando mayores esperanzas para la evacuación, volvió a parar la noche del lunes debido al desgaste de su martillo y debe reanudar su faena por la tarde, dijo el jefe del operativo de rescate, André Sougarret.
Cristián Barra, jefe de gabinete del Ministerio del Interior, rechazó versiones de prensa de que el operativo se está acomodando para coincidir con un viaje a Europa del presidente Sebastián Piñera, inicialmente previsto para el 15 de este mes, ahora postergado al 17.
Barra dijo que Piñera decidirá "en su momento" si asiste o no al rescate.
"Ninguna decisión ... ha estado vinculada a una decisión política. Aquí el único criterio que se ha utilizado es el del bienestar de los mineros", dijo Barra.
No hay relación con la agenda de Piñera "porque, entre otras cosas, no tenemos ninguna seguridad de que este rescate se pueda hacer antes del día 17", añadió.
"Lo único que hemos hecho y dicho ...fue que de acuerdo a como se han comportado los planes (de las perforadoras) se adelantó el plazo que habíamos hablado, de principios de noviembre, para la segunda quincena de octubre y eso significa toda la segunda quincena de octubre".
Dijo que este viernes comenzarán "ensayos generales" con helicópteros y carros para el día del rescate, pero que eso no significa que éste "sea inminente...Significa que queremos, como hemos hecho en cada una de las etapas, estar perfectamente bien preparados para no cometer errores cuando el rescate se produzca".
El 5 de agosto, cerca de las dos de la tarde, se produjo un derrumbe en la mina San José y los hombres que entraban y salían de un refugio utilizado para comidas quedaron atrapados bajo toneladas de roca.
Sólo el 22 de agosto, con la llegada de un sonda en la que los mineros enviaron un mensaje escrito asegurando que todos estaban bien, se confirmó su sobrevivencia, y arrancó entonces un megaoperativo para rescatarlos, abriendo túneles desde la superficie.
A las afueras de la mina, algunos parientes de los 33 hombres acampan en tiendas, y para recordar los dos meses del accidente planearon subir a una cercana colina, en la que ondean banderas tricolor de Chile, y hacer sonar bocinas de autos, en un breve acto "para darles fuerzas", explicó María Segovia, hermana de Darío Segovia, de 48 años, uno de los mineros atrapados.
El acto simbólico es para "decirles: aquí estamos al pie del cañón y aquí seguiremos" hasta que salgan todos, agregó María a los periodistas.
Segovia, como el resto de los familiares, recibe de los encargados del rescate al final de cada día un informe detallado de cuánto ha avanzado cada perforadora y como en los últimos días la T130 parecía acercarse rápidamente a su meta, entre las familias reina la expectativa que la evacuación sea más pronto de lo que afirman los voceros.
Tres perforadoras rompen la roca hacia los mineros y la que lleva la delantera es la máquina T130, el llamado Plan B de rescate, que abre un ducto de 70 centímetros de diámetro, el ancho requerido para el paso de una jaula o cápsula de acero en la que serán izados uno a uno los mineros.
Aunque el ministro de Minería Laurence Golborne había dicho el lunes por la noche en su cuenta de Twitter que la T130 ya iba en 470 metros de profundidad, en la jornada el jefe de rescate Sougarret aclaró que la máquina se detuvo a los 466 metros debido al problema de desgaste de su martillo.
Explicó además que para el tramo final para superar una curva que existe, decidieron reducir de 70 centímetros a unos 66 el diámetro de la perforación.
Dijo que con esa nueva medida cabe sin problemas la jaula o cápsula de acero en la que serán izados los mineros, porque esa cesta mide 53 centímetros.
La T130 tiene su meta en los 624 metros en los que se encuentra un taller y al que los mineros atrapados tienen acceso a través de una galería desde el refugio.
Ahora, la decisión clave es si se refuerza o no el ducto revistiéndolo con tubos de acero en su interior, cuando lo complete la T130.
Miembros del equipos de rescate y de Geotec, la empresa propietaria de la perforadora, han dicho que en la decisión pesan varios factores, a favor y en contra, pero que lo principal es la seguridad y que se garantice el perfecto desplazamiento de la cápsula.
Sougarret ha dicho que el principal riesgo de no encamisar es que se trabe la cápsula en el túnel, pero que como hay segmentos del ducto en muy bien estado, entonces quizá se decidiría un "encamisamiento" o refuerzo por sectores, pero que la decisión final aún no se toma.
Agregó en la jornada que el Plan A que realiza la perforadora Strata 950, sigue detenido por cambio de sus martillos y está en los 587 metros. Su objetivo está en los 700 metros de profundidad del refugio, pero la Strata cava sólo a unos 38 centímetros de diámetro, y se quieren ahora mínimo 66, por lo que una vez que culmine su primer ducto, debe comenzar de nuevo para ensancharlo.
El Plan C lo realiza la máquina Rig 421 que cava desde el comienzo a 70 centímetros de diámetro y está en proceso de corregir su rumbo. Se encuentra en 265 metros de profundidad, pero los últimos al menos 50 metros lo ha hecho a menor diámetro de 43 centímetros para facilitar su corrección de camino. Sólo cuando se compruebe que está en la vía correcta se reanudará a los 70.
Su meta está a los 598 metros, en la zona intermedia entre el refugio y el taller.