Santo Domingo.- Un juez interino de la Jurisdicción Permanente de la provincia de Santo Domingo dispuso la libertad de Raúl Serumberto Reynoso Mota (Vantroi), acusado junto a Joel Bautista Vásquez (Pilito), de participar en 36 asesinatos y de ocasionar heridas a otras 15 personas, para un total de 51 víctimas.El magistrado José Rosario Hernández impuso a Vantroi el pago de una garantía económica de 2.5 millones de pesos, impedimento de salida y presentación periódica por ante el ministerio público que realiza la investigación.
El fiscal de la provincia de Santo Domingo, Perfecto Acosta, había pedido al tribunal dictar medida de coerción en contra del imputado, consistente en prisión preventiva para ser cumplida en la cárcel de La Victoria.
Según los registros de la Policía, entre los años 2004 y 2005, Vantroi, considerado el líder de la banda “Los 12 discípulos de Guachupita”, ejecutó junto a otros miembros del grupo a cuatro policías, dos miembros de la Fuerza Aérea, uno de la Marina de Guerra, un bombero y más de quince civiles entre pandilleros y víctimas inocentes en La Fuente, Guachipita, Villa María y otros puntos de la calle Francisco del Rosario Sánchez.
Juez Angomás Mientras que el 15 de diciembre de 2008 aparece una orden de libertad de “Vantroi” firmada por el juez de la ejecución de la Pena de San Cristóbal, Francisco Mejía Angomás; aunque la orden establece que éste cumplió una condena de diez años de prisión dictada por la Tercera Sala Penal del Distrito Nacional por homicidio, no queda claro el caso porque su detención se produjo el 12 de diciembre de 2002.
Mediante auto de cumplimiento de la pena, el juez Mejía Angomás ordenó a la señora Máxima Nova Martínez, entonces alcaidesa de la cárcel de Baní, la inmediata puesta en libertad de “Vantroi”, a menos que estuviera detenido por otra causa.
Sin embargo, el viernes pasado el juez de la ejecución de la pena Mejía Angomás expresó que Vantroi no salió de prisión porque cumplió condena, sino porque un juez de la instrucción del Distrito Nacional le varió la medida de coerción.
“El tribunal resuelve: ordenar la inmediata puesta en libertad del interno “Vantroi” Serumberto Mota, por este haber cumplido la totalidad de la pena que le impusiera la Tercera Sala Penal del Distrito Nacional mediante sentencia del 12 de diciembre de 2002, la cual lo condenó a cumplir la pena de 10 años de prisión por violar las disposiciones en los artículos 265, 266, 295, 304 y 309 del Código Penal Dominicano y artículo 2 y 39, párrafo III de la Ley 36”, argumenta el magistrado.
La libertad de Vantroi se produjo luego de que su abogado Guarionex Moya Figueroa solicitara al juez de la ejecución de la pena la excarcelación de su defendido, quien guardaba prisión en la cárcel de Baní, alegando que este cayó preso el 15 de diciembre del 1998 y cumplió la condena de diez años de prisión el 15 de diciembre del 2008.
El ex fiscal del Distrito Nacional, Francisco Domínguez Brito, había dictado una orden de arresto en contra de “Vantroi” el 15 de diciembre del 1998, mediante la cual lo enviaba a la cárcel de La Victoria por homicidio.
En uno de los considerandos de la decisión de libertad de “Vantroi”, el juez dijo que el tribunal constató que éste había cumplido con su condena.
EL CARDENAL VE EN CASO UN DESORDEN MAYÚSCULO
El cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez dijo que es incomprensible que en momentos en que los organismos luchan contra el crimen organizado, se produzcan hechos como la puesta en libertad de Raúl Reynoso Mota, alías “Vantroi”, lo que para el prelado representa un desorden mayúsculo en la administración de la justicia.
“No entiendo a la justicia ni al Código Procesal Penal, ni a las personas que lo interpretan. No sé adónde va a parar el país”, dijo el arzobispo metropolitano de Santo Domingo.