Si la fuga continúa sin control, en aproximadamente un mes superaría el desastre del buque tanque Exxon Valdez de 1989 como el peor derrame en la historia de Estados Unidos.
Equipos especializados a cargo del robot para aguas profundas intentan adelgazar el petróleo —que está saliendo del lecho marino a un ritmo de unos 795,000 litros (210,000 galones) diarios—.