Falleció ayer a la edad de 98 años, doña Nieves Bonilla de Suberví, madre del ex ministro de Turismo y dirigente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Rafael Suberví Bonilla.
“Mi mamá era una mujer muy humana, una mujer cristiana. Creía en Dios con devoción y nos crió con ese ejemplo”, dijo entre sollozos Suberví Bonilla, mientras trataba de hablar de ella con los periodistas en el salón E de la Funeraria Blandino.
“Con un octavo curso... de ese tiempo, se encargó de la educación de todos nosotros...y lavaba, planchaba, cocinaba; porque era una mujer extraordinaria”, continuó. A doña Nieves no sólo le sobrevive el ex síndico del Distrito Nacional y ex diputado por la provincia Barahona, sino también sus otros hijos Antonia, Dalis, Ledis y Yocasta.
Los restos de la dama serán sepultados hoy a las 4:00 de la tarde en el Cementerio Cristo Redentor.
“Ella era una madre a quien nunca vamos a poder olvidar. Era una mujer que se compadecía de la gente pobre. Se compadecía del barrendero, le guardaba su comida.
Era del tipo de mujer así, extraordinaria...”, dijo Suberví. La señora respiró por última vez en paz. Según su familia, no hubo sufrimiento, solo abandonar la vida en la tierra con tranquilidad.
“Y todos los que la conocieron, mis compañeros de partido, cuando iban a mi casa, cuando yo era soltero, todos, todos, la respetaban y la querían...”, añadió. Las honras fúnebres iniciaron anoche.
“Mi mamá era una mujer muy humana, una mujer cristiana. Creía en Dios con devoción y nos crió con ese ejemplo”, dijo entre sollozos Suberví Bonilla, mientras trataba de hablar de ella con los periodistas en el salón E de la Funeraria Blandino.
“Con un octavo curso... de ese tiempo, se encargó de la educación de todos nosotros...y lavaba, planchaba, cocinaba; porque era una mujer extraordinaria”, continuó. A doña Nieves no sólo le sobrevive el ex síndico del Distrito Nacional y ex diputado por la provincia Barahona, sino también sus otros hijos Antonia, Dalis, Ledis y Yocasta.
Los restos de la dama serán sepultados hoy a las 4:00 de la tarde en el Cementerio Cristo Redentor.
“Ella era una madre a quien nunca vamos a poder olvidar. Era una mujer que se compadecía de la gente pobre. Se compadecía del barrendero, le guardaba su comida.
Era del tipo de mujer así, extraordinaria...”, dijo Suberví. La señora respiró por última vez en paz. Según su familia, no hubo sufrimiento, solo abandonar la vida en la tierra con tranquilidad.
“Y todos los que la conocieron, mis compañeros de partido, cuando iban a mi casa, cuando yo era soltero, todos, todos, la respetaban y la querían...”, añadió. Las honras fúnebres iniciaron anoche.
