domingo, 19 de septiembre de 2010

Muchas familias de Hato Mayor viven de la jaiba





  • Costumbre. Es común ver a niños y adultos vendiendo jaibas a orillas de las carreteras de comunidades del Este.
Manuel A. Vega
Hato Mayor
La crisis económica que golpea sin piedad a Hato Mayor y que se manifiesta en la alta tasa de desempleo, ha llevado a muchas familias de comunidades circunvecinas a explotar con gravedad los recursos naturales, a los que no escapan las jaibas, que están siendo capturadas de manera masiva para su venta a orillas de carreteras.
Un estudio presentado a la prensa por el senador de Hato Mayor, Rubén Darío Cruz, revela que la tasa de desempleo en esta provincia supera el 42%, lo que estaría motivando que muchas familias busquen alternativas para poder sobrevivir a la crisis económica imperante.
En comunidades como Jalonga, Los Chicharrones, Guamira y el Kilómetro 15, de las carreteras Hato Mayor- San Pedro de Macorís y Hato Mayor-Sabana de la Mar, la venta del cangrejo terrestre, como se le llama al crustáceo de agua dulce, es notoria la venta de jaiba, ante la mirada indiferente de las autoridades de Ministerio de Medio Ambiente en la provincia.
Está en veda
Aunque la captura del crustáceo está en veda es común ver a niños, mujeres y hombres dedicado el día entero a la venta de jaibas en las carreteras.
Una docena de jaibas en los campos de Hato Mayor oscila entre 200 y 250 pesos, razón que ha motivado que decenas de familias se hayan dedicado a la explotación indiscriminada del crustáceo.
El crutáceo de agua dulce es capturado por los padres, pero éstos exponena a sus hijos al peligro de la carrtera a vender la jaiba, para evadir ser perseguidos por las autoridades que actúan con nimiedad ante los abusos que se comenten contra la naturaleza en la zona.