Los abogados de la defensa del coronel Franklin
Peralta González, a quien el Tribunal de Atención Permanente del
Distrito Judicial de Santiago le impuso una medida de coerción de un año
de prisión preventiva junto a otros ocho implicados en un supuesto
tumbe de drogas en el municipio de Licey Al Medio de esta provincia,
dijeron que ayer comenzaron el proceso de apelación, por entender que en
contra de su cliente no existen las más mínimas pruebas para
inscriminarlo.
Francisco Javier Azcona y Wilson Filpo dijeron al Listín Diario que el expediente preparado por el ministerio público y presentado al tribunal es “totalmente vacío”. Lamentaron que el tribunal haya acogido lo que definieron como una novela presentada por la Fiscalía.
“Simplemente el coronel Peralta González, junto a los policías que lo asistían, fue a hacer un trabajo de inteligencia, y naturalmente para realizar una labor de esa índole no puede ir con los vehículos identificados de la Policía Nacional”, explicó Azcona. El abogado manifestó que la barra de la defensa esperaba que la jueza del tribunal, Ingrid Liberato, rechazaría el argumento.
Mientras que Filpo dijo que Peralta es de los pocos oficiales pobres que existen en la Policía Nacional, porque no tiene casa, ni carro, pese a sus 24 años de servicio en esa institución encargada del orden público.
Francisco Javier Azcona y Wilson Filpo dijeron al Listín Diario que el expediente preparado por el ministerio público y presentado al tribunal es “totalmente vacío”. Lamentaron que el tribunal haya acogido lo que definieron como una novela presentada por la Fiscalía.
“Simplemente el coronel Peralta González, junto a los policías que lo asistían, fue a hacer un trabajo de inteligencia, y naturalmente para realizar una labor de esa índole no puede ir con los vehículos identificados de la Policía Nacional”, explicó Azcona. El abogado manifestó que la barra de la defensa esperaba que la jueza del tribunal, Ingrid Liberato, rechazaría el argumento.
Mientras que Filpo dijo que Peralta es de los pocos oficiales pobres que existen en la Policía Nacional, porque no tiene casa, ni carro, pese a sus 24 años de servicio en esa institución encargada del orden público.