Roy Halladay lanzó el miércoles apenas el
segundo juego sin hit durante un partido de postemporada en la historia,
y los Filis de Filadelfia vencieron 4-0 a los Rojos de Cincinnati, en
el duelo que dio inicio a la serie de primera ronda de los playoffs
entre ambos clubes.
Halladay, quien lanzó un juego perfecto apenas el 29 de mayo, en Florida, dominó a los Rojos con una recta precisa y una curva lenta y devastadora, en lo que marcó el debut del estelar serpentinero en los playoffs.
Apenas la víspera, se hablaba de que el único punto débil de Halladay, un serpentinero con un palmarés impresionante, era que jamás había lanzado en los playoffs. Su debut estuvo a punto de ser perfecto, literalmente.
El derecho sólo permitió que un bateador se le embasara, al dar pasaporte a Jay Bruce cuando había dos outs de la quinta entrada, en una faena que incluyó ocho ponches.
Don Larsen era el único serpentinero que había lanzado un juego sin hit en la postemporada. Logró un legendario juego perfecto por los Yanquis de Nueva York en la Serie Mundial de 1956 contra los Dodgers de Brooklyn.
El viernes, se cumple el 54 aniversario de aquella gema de pitcheo de Larsen.
"Esto fue surrealista, de verdad", dijo Halladay. "Sólo quería lanzar aquí, en la postemporada. Quería salir y tener un juego como éste. Es un sueño convertido en realidad".
En una temporada que ya había sido bautizada como el "Año del Pitcher", Halladay llevó las hazañas de los serpentineros hasta los playoffs.
El brillante lanzador pasó 12 temporadas con Toronto y solía ver la postemporada sólo por televisión. Un canje realizado antes de esta campaña lo colocó en Filadelfia, bicampeón defensor de la Liga Nacional.
El público, que llenó el graderío, se puso de pie en la novena entrada, y comenzó a corear, "Vamos, Doc". Ovacionó ruidosamente a Halladay cuando subió a la lomita para resolver la última entrada.
El venezolano Ramón Hernández elevó un globito al intermedista Chase Utley, para el primer out. Otro venezolano, Miguel Cairo, pegó después un elevado de foul, capturado por el antesalista dominicano Wilson Valdez.
Halladay retiró acto seguido a Brandon Phillips, con un rodado que dejó la pelota prácticamente inmóvil frente al plato. El receptor panameño Carlos Ruiz se apresuró a recoger la esférica y tiró a la inicial para el out 27.
El serpentinero batió un puño en el aire, mientras Ruiz corría al montículo para felicitarlo. Justo como el catcher Yogi Berra lo hizo con Larsen, Ruiz saltó a los brazos de Halladay. Pero a diferencia de Berra, Ruiz no alzó a su compañero de batería con un abrazo de oso.
"Creo que nos hemos entendido muy bien desde el principio", dijo Halladay. "Carlos ha sido maravilloso en todo el año. Me ayuda a encontrar mi ritmo desde el comienzo y a lanzar strikes".
Por los Rojos, el colombiano Orlando Cabrera de 3-0. Los venezolanos Hernández de 3-0, Cairo de 1-0. El dominicano Juan Francisco de 1-0.
Por los Filis, el panameño Ruiz de 1-0 con una anotada. El dominicano Wilson Valdez de 3-1 con una anotada.
Halladay, quien lanzó un juego perfecto apenas el 29 de mayo, en Florida, dominó a los Rojos con una recta precisa y una curva lenta y devastadora, en lo que marcó el debut del estelar serpentinero en los playoffs.
Apenas la víspera, se hablaba de que el único punto débil de Halladay, un serpentinero con un palmarés impresionante, era que jamás había lanzado en los playoffs. Su debut estuvo a punto de ser perfecto, literalmente.
El derecho sólo permitió que un bateador se le embasara, al dar pasaporte a Jay Bruce cuando había dos outs de la quinta entrada, en una faena que incluyó ocho ponches.
Don Larsen era el único serpentinero que había lanzado un juego sin hit en la postemporada. Logró un legendario juego perfecto por los Yanquis de Nueva York en la Serie Mundial de 1956 contra los Dodgers de Brooklyn.
El viernes, se cumple el 54 aniversario de aquella gema de pitcheo de Larsen.
"Esto fue surrealista, de verdad", dijo Halladay. "Sólo quería lanzar aquí, en la postemporada. Quería salir y tener un juego como éste. Es un sueño convertido en realidad".
En una temporada que ya había sido bautizada como el "Año del Pitcher", Halladay llevó las hazañas de los serpentineros hasta los playoffs.
El brillante lanzador pasó 12 temporadas con Toronto y solía ver la postemporada sólo por televisión. Un canje realizado antes de esta campaña lo colocó en Filadelfia, bicampeón defensor de la Liga Nacional.
El público, que llenó el graderío, se puso de pie en la novena entrada, y comenzó a corear, "Vamos, Doc". Ovacionó ruidosamente a Halladay cuando subió a la lomita para resolver la última entrada.
El venezolano Ramón Hernández elevó un globito al intermedista Chase Utley, para el primer out. Otro venezolano, Miguel Cairo, pegó después un elevado de foul, capturado por el antesalista dominicano Wilson Valdez.
Halladay retiró acto seguido a Brandon Phillips, con un rodado que dejó la pelota prácticamente inmóvil frente al plato. El receptor panameño Carlos Ruiz se apresuró a recoger la esférica y tiró a la inicial para el out 27.
El serpentinero batió un puño en el aire, mientras Ruiz corría al montículo para felicitarlo. Justo como el catcher Yogi Berra lo hizo con Larsen, Ruiz saltó a los brazos de Halladay. Pero a diferencia de Berra, Ruiz no alzó a su compañero de batería con un abrazo de oso.
"Creo que nos hemos entendido muy bien desde el principio", dijo Halladay. "Carlos ha sido maravilloso en todo el año. Me ayuda a encontrar mi ritmo desde el comienzo y a lanzar strikes".
Por los Rojos, el colombiano Orlando Cabrera de 3-0. Los venezolanos Hernández de 3-0, Cairo de 1-0. El dominicano Juan Francisco de 1-0.
Por los Filis, el panameño Ruiz de 1-0 con una anotada. El dominicano Wilson Valdez de 3-1 con una anotada.