“Duré casi siete años aguantando golpes y hasta
puñaladas, para no contarle nada a un hijo que tengo que es boxeador y a
mi madre, pero de ese hombre recibí hasta puñaladas que han marcado mi
cuerpo para siempre”, reveló Sonia Martínez Romero, la mujer que hirió
con un cuchillo en el pene a su marido en Hato Mayor y que se desnudó
ante la jueza y abogados para demostrar que era maltratada.
Al mostrar su cuerpo la realidad quedó al desnudo y la juez de la instrucción Rosemary Peña Rosario, solo le impuso presentarse cada 15 días en el tribunal como medida de coerción, mientras hoy se le conocerá una medida de coerción a Mártires Nolasco Vilorio por maltrato físico contra su mujer.
Martínez Romero se desnudó ante las autoridades judiciales, porque mientras se conocía la medida de coerción, el hombre del pene cortado, reveló que nunca la había maltratado y que ese era un argumento para evadir los celos.
La joven que se dedica a la tapicería y la costura, mostró golpes y laceraciones, que supuestamente le producía su concubino, Mártires Nolasco Vilorio, a quien le provocó una herida en el pene.
La mujer mostró hematomas y cicatrices en distintas parte de su anatomía, que aparentemente le había hecho su marido cuando la sometía a torturas.
Explicó que Nolasco Vilorio entró en celo con un dirigente comunitario de la zona, razón que la obligó a casi no salir de su hogar. “Yo vivía en una prisión en mi propia casa, me negaba a hablar con las vecinas, no podía saludar a ningún hombre, porque desde que estábamos solos me entraba a trompadas y me puyaba con cuchillos y navajas”, reiteró la mujer.
Al mostrar su cuerpo la realidad quedó al desnudo y la juez de la instrucción Rosemary Peña Rosario, solo le impuso presentarse cada 15 días en el tribunal como medida de coerción, mientras hoy se le conocerá una medida de coerción a Mártires Nolasco Vilorio por maltrato físico contra su mujer.
Martínez Romero se desnudó ante las autoridades judiciales, porque mientras se conocía la medida de coerción, el hombre del pene cortado, reveló que nunca la había maltratado y que ese era un argumento para evadir los celos.
La joven que se dedica a la tapicería y la costura, mostró golpes y laceraciones, que supuestamente le producía su concubino, Mártires Nolasco Vilorio, a quien le provocó una herida en el pene.
La mujer mostró hematomas y cicatrices en distintas parte de su anatomía, que aparentemente le había hecho su marido cuando la sometía a torturas.
Explicó que Nolasco Vilorio entró en celo con un dirigente comunitario de la zona, razón que la obligó a casi no salir de su hogar. “Yo vivía en una prisión en mi propia casa, me negaba a hablar con las vecinas, no podía saludar a ningún hombre, porque desde que estábamos solos me entraba a trompadas y me puyaba con cuchillos y navajas”, reiteró la mujer.