Cientos de profesores de la región del Cibao
marcharon hoy por calles de Santiago, exigiendo un aumento salarial
acorde con sus necesidades, mejores condiciones de vida y de trabajo, un
cuatro por ciento del Producto Interno Bruto para la educación.
Los maestros también piden establecer una mayor vigilancia en la leche y el pan que se suministra en el desayuno escolar para evitar las constantes intoxicaciones de niños y niñas en las escuelas.
La marcha inició el parque Duarte de esta ciudad y luego recorrió calles y avenidas donde los educadores lanzaban consignas alusivas a sus demandas hasta llegar al edificio de oficinas públicas conocido como el Huacalito donde está la sede del Ministerio de Educación en Santiago, donde montaron un piquete.
Los maestros dijeron que el salario que devengan es de miseria y que no les permite cubrir sus necesidades más elementales.
En ese contexto, la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), organizadora de la jornada, dijo que para poder cumplir con el calendario de clase y las exigencias del ministro de Educación, Melanio Paredes, los maestros necesitan una mejoría sustancial de sus sueldos y mejores condiciones laborales.
Los directivos del gremio enviaron al presidente Leonel Ferníndez, vía la gobernación provincial un documento en el que plantean sus demandas.
La ADP sostiene que en el documento proponen la asignación del 16% del presupuesto nacional o el 4% de Producto Interno Bruto (PIB), al sector educativo tal como lo establece la ley.
El gremio explicó que la jornada de hoy representa la lucha de los profesores por una mejor inversión en la educación nacional y por mejores condiciones de vida y laborales.
Asimismo advirtió que similares protestas se realizarán en todas las regionales de la ADP en todo el país.
Aunque aclaró que la lucha no es política, sino un manifiesto para que el Gobierno preste mayor atención a ese sector.
La protesta de los educadores provocó grandes taponamientos de vehículos tanto en el centro histórico desde donde partió como en el área metropolitana de la ciudad.
Miembros de la Policía Nacional portando armas largas y gases lacrimógenos vigilaron de cerca a los profesores durante su recorrido, pero no se registraron incidentes.
Los maestros también piden establecer una mayor vigilancia en la leche y el pan que se suministra en el desayuno escolar para evitar las constantes intoxicaciones de niños y niñas en las escuelas.
La marcha inició el parque Duarte de esta ciudad y luego recorrió calles y avenidas donde los educadores lanzaban consignas alusivas a sus demandas hasta llegar al edificio de oficinas públicas conocido como el Huacalito donde está la sede del Ministerio de Educación en Santiago, donde montaron un piquete.
Los maestros dijeron que el salario que devengan es de miseria y que no les permite cubrir sus necesidades más elementales.
En ese contexto, la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), organizadora de la jornada, dijo que para poder cumplir con el calendario de clase y las exigencias del ministro de Educación, Melanio Paredes, los maestros necesitan una mejoría sustancial de sus sueldos y mejores condiciones laborales.
Los directivos del gremio enviaron al presidente Leonel Ferníndez, vía la gobernación provincial un documento en el que plantean sus demandas.
La ADP sostiene que en el documento proponen la asignación del 16% del presupuesto nacional o el 4% de Producto Interno Bruto (PIB), al sector educativo tal como lo establece la ley.
El gremio explicó que la jornada de hoy representa la lucha de los profesores por una mejor inversión en la educación nacional y por mejores condiciones de vida y laborales.
Asimismo advirtió que similares protestas se realizarán en todas las regionales de la ADP en todo el país.
Aunque aclaró que la lucha no es política, sino un manifiesto para que el Gobierno preste mayor atención a ese sector.
La protesta de los educadores provocó grandes taponamientos de vehículos tanto en el centro histórico desde donde partió como en el área metropolitana de la ciudad.
Miembros de la Policía Nacional portando armas largas y gases lacrimógenos vigilaron de cerca a los profesores durante su recorrido, pero no se registraron incidentes.