El tráfico de haitianos indocumentados ha
crecido de manera alarmante, denunciaron representativos y
organizaciones de la zona, a pesar de los controles establecidos por
miembros del Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza (Cesfront) y
del Ejército Nacional en la frontera dominicohaitiana de Dajabón, para
prevenir la entrada del cólera al país.
El sacerdote jesuíta Regino Martínez denunció ayer que hay una emigración incontrolada de haitianos por la frontera norte de Dajabón y que los soldados cobran hasta cinco mil pesos por dejar pasar a cada ilegal y que por esa zona pasa toda clase de sustancias ilegales.
Mientras el presidente de la Asociación de Productores de Arroz del Noroeste, Rafael Díaz, dijo que ese tráfico no se detiene y que a diario ven minibuses, camiones, motocicletas y autobuses cargados de haitianos indocumentados, y casi todos se dirigen a Santiago.
Díaz dijo que anteriormente los haitianos que eran traficados se quedaban en los campos para trabajar en las fincas, pero ahora todos quieren establecerse en las grandes ciudades.
Carlos Gómez, portavoz de la Federación de Juntas de Vecinos de la provincia Valverde, denunció igual situación.
El sacerdote jesuíta Regino Martínez denunció ayer que hay una emigración incontrolada de haitianos por la frontera norte de Dajabón y que los soldados cobran hasta cinco mil pesos por dejar pasar a cada ilegal y que por esa zona pasa toda clase de sustancias ilegales.
Mientras el presidente de la Asociación de Productores de Arroz del Noroeste, Rafael Díaz, dijo que ese tráfico no se detiene y que a diario ven minibuses, camiones, motocicletas y autobuses cargados de haitianos indocumentados, y casi todos se dirigen a Santiago.
Díaz dijo que anteriormente los haitianos que eran traficados se quedaban en los campos para trabajar en las fincas, pero ahora todos quieren establecerse en las grandes ciudades.
Carlos Gómez, portavoz de la Federación de Juntas de Vecinos de la provincia Valverde, denunció igual situación.