Nueva York — “Si estuviera en marcha el sistema de vigilancia electrónica en el centro de Manhattan que tenemos en el bajo Manhattan hubiéramos podido tener las placas del auto, cámaras monitoreadas y foto de la persona que puso el vehículo”, dijo ayer el concejal Peter Vallone, presidente del Comité Municipal de Seguridad Pública refiriéndose al atentado del fin de semana.
La denominada “Iniciativa de Seguridad del Bajo Manhattan” fue implementada tras los atentados del 9/11. Consiste en una red de miles de cámaras que monitorean y siguen vehículos y peatones al sur de la calle Canal, lo que permite a la policía de Nueva York (NYPD) y al Departamento de Seguridad Interna (DHS) hacer un rastreo exhaustivo de lo que sucede en la zona e incluso detectar “comportamientos sospechosos” como pasar repetidamente por un lugar.
A finales del 2009 el alcalde Michael Bloomberg prometió hacer lo necesario para instalar una red de vigilancia similar desde la calle 30 a la 60 de Manhattan, sin embargo, los recortes presupuestarios han impedido la “Iniciativa de Seguridad del Centro de Manhattan”.
“Lo principal es que tengamos más policías en las calles pero desafortunadamente el presupuesto está siendo recortado. Esto fue una llamada de atención”, dijo Vallone.
La Unión de Libertades Civiles de Nueva York lleva cuestionando estos proyectos de vigilancia electrónica y su secretismo desde que se implementaron. Solicitan detalles básicos sobre esta recopilación de información como quién tiene acceso y por cuánto tiempo se guarda. En el 2006 publicaron “¿Quién está mirando?” indicando la localización de cámaras. También han demandado en corte a NYPD y DHS.
El fallido atentado pone de relieve que Nueva York sigue siendo objetivo terrorista, las carencias en materia de seguridad y la desigual vigilancia en los condados. Si bien Manhattan y el tren subterráneo parecen ser el principal objetivo terrorista, las dos conspiraciones detectadas por la policía ubicaron a sus autores en los condados de El Bronx y Queens. En mayo del año pasado cuatro hombres fueron arrestados por preparar atentados contra dos sinagogas en Riverdale y en septiembre la policía arrestó a un residente de Queens que planeaba atentar contra el metro.