lunes, 31 de mayo de 2010

VIOLENCIA
Estaba drogado uno de los que asaltó a contralmirante Betances
EL INSPECTOR GENERAL DE LA MDEG VISITABA LA TUMBA DE SU MADRE EN EL CRISTO REDENTOR



  • Designación. El contralmirante Ramón Gustavo Betances Hernández fue designado subjefe de Estado Mayor e Inspector General de la Marina de Guerra el 16 de agosto del 2009.
Ramón Urbáez
Santo Domingo
El subjefe de Estado Mayor de la Marina de Guerra, contralmirante Ramón Gustavo Betances Hernández, fue herido de un balazo en una pierna por un grupo de delincuentes mientras visitaba la tumba de  su madres en el cementerio Cristo Redentor.
Luego de herirlo y golpearlo en la cabeza con un objeto contundente, los asaltantes lograron despojar de su arma de reglamento al general Betances Hernández, quien además es Inspector General de la Marina de Guerra.
El segundo hombre al mando de la Marina acudió vestido de civil al cementerio Cristo Redentor, en el Municipio Santo Domingo Oeste, para limpiar y rezar en la tumba de su madre. Fue sorprendido a eso de la 11:00 de la mañana por tres hombres que se le acercaron haciéndose pasar por limpiadores de tumbas, dijo el vocero de la Policía, general Nelson Rosario.
De repente los asaltantes lo encañonaron con una pistola y le dijeron que se trataba de un asalto, y en medio de la sorpresa del general Betances Hernández, los agresores lo golpearon en la cabeza con un objeto contundente y le disparon en un pie.
Casi de inmediato, agentes de la Unidad de Inteligencia Delictiva de la Policía localizaron a uno de los agresores, Wilkin de los Santos Lorenzo, de 25 años y éste identificó a los otros dos. La Policía arrestó anoche Franklin Angel Dicent, de 24 años, otro de los implicados, y persigue a otro solo identificado como Malcom, el tercero de los asaltantes, informó Rosario.
El contralmirante Betances Hernández fue recluido en el Hospital Central de las Fuerzas Armadas, donde se encuentra fuera de peligro, dijeron los médicos. Ayer fueron a verlo el ministro de las Fuerzas Armadas, teniente general Rafael Peña Antonio; el jefe de Estado Mayor de la Marina, vicealmirante Homero Luis Lajara Solá; el jefe de la Policía, mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín, y otros oficiales de las Fuerzas Armadas y funcionarios del gobierno.
El vocero policial dijo que la institución en menos de una hora había resuelto el caso y que a de los Santos Lorenzo, el primero de los asaltantes en ser detenido, se le ocupó un cargador de la pistola que sustrajeron al general, pero no se había recuperado el arma. “El asaltante Santos Lorenzo estaba borracho y drogado”, dijo Rosario.
Funciones
El contralmirante Ramón Gustavo Betances Hernández fue designado subjefe de Estado Mayor e Inspector General de la Marina de Guerra el 16 de agosto de 2009, mediante el decreto 168-10, emitido por el Poder ejecutivo. Entonces ocupaba el cargo de director de Inteligencia (M-2) del instituto naval.
Fue asistente del Secretario de las Fuerzas Armadas y es diplomado de Estado Mayor. Bentances Hernández ingresó a la Academia Naval 27 de Febrero en 1982 y desde su graduación como oficial ha ocupado la comandancia de varias destcamentos del país.
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ASALTO DE OFICIAL CAUSÓ GRAN ALARMA

El asalto al general Betances, a plena luz del día y cuando cientos de personas se encontraban en el cementerio visitando las tumbas de sus madres, provocó gran alarma, especialmente entre los policías municipales cuando se enteraron que un subjefe de Estado Mayor de la Marina de Guerra había sido herido por asaltantes en el lugar que custodiaban.
Según denuncias de residentes en Los Girasoles, en el Cristo Redentor se producen con frecuencia asaltos a personas que van a limpiar las tumbas de sus difuntos y otras que se quedan rezagadas tras asistir a algún entierro.
La señora Sandra Acta dijo que debido a la inseguridad y a los atracos en el interior del cementerio, muchas personas temen acudir para limpiar o hacer algún trabajo en las tumbas de sus muertos. Este diario ha recibido denuncias de que el Cristo Redentor se roban los ataúdes y cadáveres, pese a la vigilancia de los policías municipales.
Además de los asaltos, el Cristo Redentor evidencia un gran descuido, no tiene iluminación y la basura se acumula por todas partes. La hierba arropa las calles interiores y la capilla está casi semidestruida. “Hay un área del cementerio que la gente de Pantoja la tiene como camino y han hecho un play para jugar pelota, sin el permiso de las autoridades”, dijo la señora Acta.