Alí del Carpio Jr. falleció el 16 de junio y su cadáver fue enviado a México. cortesía
NUEVA YORK — Para la mexicana Teresa Ramírez, la tragedia de perder a su pequeño bebé de dos meses tuvo una angustia adicional cuando los restos de la criatura quedaron tres días retenidos en un aeropuerto por responsabilidad de la aerolínea Delta, según denunció ayer.
Ramírez declaró ayer a este diario que su hijo —Alí del Carpio Jr., de 2 meses— falleció el pasado 16 de junio a raíz de un cáncer de nacimiento por el que sufrió la amputación de un brazo y se le extendió al cerebro.
La mujer señaló que la funeraria hizo los arreglos con la compañía Delta para el traslado de los restos que debían arribar el pasado miércoles a México. Sin embargo, no llegaron los documentos originales que tenían que acompañar al pequeño cadáver.
“Lo tuvieron en el aeropuerto mexicano como un paquete”, dijo Ramírez indicando que su esposo recién pudo retirar los restos la mañana del sábado para transportarlos luego a la ciudad de Puebla. “Pese a estar embalsamado, el cadáver está descompuesto y desfigurado. Tiene como lanita en la cara, como cuando se pudre una fruta”, explicó la mujer.
Ramírez atribuye la demora a que el avión que inicialmente transportaría los restos tuvo problemas técnicos. “Lo cambiaron de avión, pero olvidaron los documentos en el primero”, señaló la mujer.
Las autoridades de Sanidad Internacional del aeropuerto de México no autorizaron el retiro del cadáver por no tener esos documentos, según se indicó.
Tom Brady, supervisor de Delta, indicó ayer a este diario que no podía dar información sobre el incidente.
Sin embargo, una empleada de la compañía, que se identificó sólo como Linda, corroboró ayer la versión de la angustiada madre. “Los documentos originales perdieron el vuelo, porque se quedaron en el avión que no pudo partir por fallas técnicas”, dijo.
De acuerdo al registro de trayectoria en Delta, los restos arribaron a la ciudad de México a las 4:24 a.m. del jueves 1ro. de julio. La demora hizo que el padre del bebé fuera autorizado a retirar el cadáver recién ayer en la mañana.
“Es la primera vez que ocurre esto. Nunca antes he visto ni escuchado que suceda esto con restos humanos”, expresó la empleada. Agregó que, según las anotaciones de reporte, “la madre está bastante molesta y la compañía ofreció sus disculpas varias veces por la demora”.
“Esto no puede pasar más”, expresó ayer Ramírez, mamá del pequeño Alí. “Necesito que alguien nos ayude porque mi familia está destrozada por esta negligencia”, señaló finalmente la mujer.
manuel.avendano@eldiariony.com
NUEVA YORK — Para la mexicana Teresa
Ramírez, la tragedia de perder a su pequeño bebé de dos meses tuvo una angustia adicional cuando los restos de la criatura quedaron tres días retenidos en un aeropuerto por responsabilidad de la aerolínea Delta, según denunció ayer.
Ramírez declaró ayer a este diario que su hijo —
Alí del Carpio Jr., de 2 meses— falleció el pasado 16 de junio a raíz de un cáncer de nacimiento por el que sufrió la amputación de un brazo y se le extendió al cerebro.
La mujer señaló que la funeraria hizo los arreglos con la compañía Delta para el traslado de los restos que debían arribar el pasado miércoles a México. Sin embargo, no llegaron los documentos originales que tenían que acompañar al pequeño cadáver.
“Lo tuvieron en el aeropuerto mexicano como un paquete”, dijo Ramírez indicando que su esposo recién pudo retirar los restos la mañana del sábado para transportarlos luego a la ciudad de
Puebla. “Pese a estar embalsamado, el cadáver está descompuesto y desfigurado. Tiene como lanita en la cara, como cuando se pudre una fruta”, explicó la mujer.
Ramírez atribuye la demora a que el avión que inicialmente transportaría los restos tuvo problemas técnicos. “Lo cambiaron de avión, pero olvidaron los documentos en el primero”, señaló la mujer.
Las autoridades de Sanidad Internacional del aeropuerto de México no autorizaron el retiro del cadáver por no tener esos documentos, según se indicó.
Tom Brady, supervisor de Delta, indicó ayer a este diario que no podía dar información sobre el incidente.
Sin embargo, una empleada de la compañía, que se identificó sólo como
Linda, corroboró ayer la versión de la angustiada madre. “Los documentos originales perdieron el vuelo, porque se quedaron en el avión que no pudo partir por fallas técnicas”, dijo.