El jefe del Cuerpo de Bomberos de Santiago advirtió ayer sobre los riegos a que se exponen las personas que usan vehículos del transporte público de pasajeros, muchos de los cuales utilizan como combustible gas licuado de petróleo.
Alexis Moscat declaró que hay carros, minibuses y camionetas destinadas para el transporte público urbano, interurbano e interprovincial de Santiago que son “bombas circulantes”, porque muchos de esos vehículos presentan graves deterioros y también se desplazan con instalaciones de gas inadecuadas.
Explicó que las personas que a diario utilizan el transporte público desconocen el peligro que les acecha, debido a que los vehículos del concho, en su mayoría, llevan en sus baúles cilindros de gas propano que con el calor pueden convertirse en peligrosas bombas. “La mayoría de los autobuses y ca- rros del concho son viejos y destartalados y carecen de una buena instalación eléctrica, por lo que cualquier chispa puede generar un cortocircuito, incendiar el tanque y provocar una tragedia”, aseveró.
También dijo que otro peligro inminente para la población lo representan las envasadoras de gas ubicadas en barrios y urbanizaciones, donde viven muchas personas.
El pasado martes la explosión de un tanque de gas en una envasadora del carburante en Santiago provocó lesiones a 14 personas, afectó una fábrica de embutidos y algunas casas y vehículos que se encontraban en los alrededores.
Alexis Moscat declaró que hay carros, minibuses y camionetas destinadas para el transporte público urbano, interurbano e interprovincial de Santiago que son “bombas circulantes”, porque muchos de esos vehículos presentan graves deterioros y también se desplazan con instalaciones de gas inadecuadas.
Explicó que las personas que a diario utilizan el transporte público desconocen el peligro que les acecha, debido a que los vehículos del concho, en su mayoría, llevan en sus baúles cilindros de gas propano que con el calor pueden convertirse en peligrosas bombas. “La mayoría de los autobuses y ca- rros del concho son viejos y destartalados y carecen de una buena instalación eléctrica, por lo que cualquier chispa puede generar un cortocircuito, incendiar el tanque y provocar una tragedia”, aseveró.
También dijo que otro peligro inminente para la población lo representan las envasadoras de gas ubicadas en barrios y urbanizaciones, donde viven muchas personas.
El pasado martes la explosión de un tanque de gas en una envasadora del carburante en Santiago provocó lesiones a 14 personas, afectó una fábrica de embutidos y algunas casas y vehículos que se encontraban en los alrededores.
