Un anciano de 85 años de edad le fracturó una mano a un supuesto ladrón que sorprendió en su casa de robando una gallina, dijo la Policía.
La uniformada dijo que Tomás Suero resultó con fracturas en la mano izquierda que se la propinó con un palo Pedro González, quien resultó con traumas en el ojo izquierdo.
El anciano, quien reside en la comunidad Berracos de Navas, en la provincia de Puerto Plata, informó que la gallina que pretendía robar Suero es ponedora y criadora y que depende de ella porque come y vende los huevos y los pollos que produce.
Indicó que anteriormente “unos tígueres” le habían robado tres gallinas y un pollo pelón y que en plena calle levantaron una fogata e hicieron con ellos un “asopao” donde amanecieron bebiendo y haciendo cuentos y que a él no le dieron a probar el cocido.
Sostuvo que fue entonces cuando se puso en alerta y que la madrugada del martes sintió que la gallina y otros pollos estaban alborotados en el palo donde duermen, procediendo a levantarse de su cama.
Subrayó que al mirar hacia arriba vio que en el palo había una persona con la gallina agarrada por lo que se escondió en un pequeño matorral y que cuando bajó le propinó un golpe en la mano izquierda.
González narró que luego agarró por el cuello al presunto ladrón que gritaba constantemente y le pedía clemencia, pero que en medio del forcejeo resultó con traumas en un ojo.
La uniformada dijo que Tomás Suero resultó con fracturas en la mano izquierda que se la propinó con un palo Pedro González, quien resultó con traumas en el ojo izquierdo.
El anciano, quien reside en la comunidad Berracos de Navas, en la provincia de Puerto Plata, informó que la gallina que pretendía robar Suero es ponedora y criadora y que depende de ella porque come y vende los huevos y los pollos que produce.
Indicó que anteriormente “unos tígueres” le habían robado tres gallinas y un pollo pelón y que en plena calle levantaron una fogata e hicieron con ellos un “asopao” donde amanecieron bebiendo y haciendo cuentos y que a él no le dieron a probar el cocido.
Sostuvo que fue entonces cuando se puso en alerta y que la madrugada del martes sintió que la gallina y otros pollos estaban alborotados en el palo donde duermen, procediendo a levantarse de su cama.
Subrayó que al mirar hacia arriba vio que en el palo había una persona con la gallina agarrada por lo que se escondió en un pequeño matorral y que cuando bajó le propinó un golpe en la mano izquierda.
González narró que luego agarró por el cuello al presunto ladrón que gritaba constantemente y le pedía clemencia, pero que en medio del forcejeo resultó con traumas en un ojo.