En féretro blanco, símbolo de la pureza, los restos de Briana Tejada, de 11 años de edad, son sacados de la iglesia St. Francis Xavier de Brooklyn, ante la mirada de familiares y amigos. JOSE ACOSTA/EDLP Michael y Carmen Ojeda, padres de Briana, durante el funeral de ayer. JOSE ACOSTA/EDLP
NUEVA YORK — "Parece la ‘Bella Durmiente’". Así comentaban ayer durante el funeral familiares y amigos de Briana Ojeda, de 11 años, no sólo porque estaba vestida de blanco, con una tiara y rodeada de flores, sino porque su féretro fue trasladado a su santa sepultura en un coche con ventanas de cristal, tirado por dos caballos blancos.
Briana es la niña que murió de un ataque de asma el pasado viernes en Brooklyn, cuya madre, Carmen Ojeda, acusó a un agente policial de negarse a practicarle resucitación cardiopulmonar (CPR) a su hija, y trató de cerrarle el paso para luego darle una multa, en lugar de ayudarla a llegar al hospital Long Island College, que quedaba a una cuadra.
"Yo le pedí que me ayudara", dijo Ojeda. ‘Mi hija se está muriendo’, le dije. ‘Mi hija no puede respirar. Ella necesita respiración de boca a boca’. Y él dijo: ‘No sé CPR’".
La identidad del agente se mantuvo en un misterio hasta que los investigadores comenzaron a revisar las compras de combustible en el sector y pudieron dar con el agente Alfonso Méndez, de 30 años, del Cuartel 84, quien recién había cargado su auto en el área. Según la Policía, testigos lo identificaron como el oficial que no quiso ayudar a la niña Briana Ojeda. Méndez, un veterano de cinco años de servicios, fue suspendido el martes por 30 días sin derecho a pago, por no actuar de manera correcta.
Los padres de la niña, Michael y Carmen Ojeda, llegaron a la funeraria Leone vestidos de blanco, con su hijo Michael y dos perritos, con prendas blancas. Amigos y familiares se les acercaron para darles sus expresiones de pésame.
Jacob Meléndez, tío y padrino de Briana, dijo que la niña estaba muy contenta porque su cumpleaños era el 27 de septiembre "y su papá siempre le daba todo lo que ella quería".
"Todos estamos destrozados. Briana siempre se quedaba en casa con mi hija Angelina, de 7 años, y a mi hijo Jacob, de 3 años, lo quería mucho y siempre lo estaba cargando como una madre", dijo Meléndez.
El cortejo fúnebre llegó a la iglesia St. Francis Xavier, de la Sexta avenida y la calle President, cerca de las 11 de la mañana. Durante la misa de cuerpo presente, Michael Ojeda dijo: "Dios quería a mi hija y por eso se la llevó al cielo".
Fuera de la iglesia, la profesora de Matemática de la niña, Rebecca Roldán, dijo que Briana, que cursaba el 5to. grado en la escuela católica St. Francis Xavier, "era una estudiante maravillosa, un modelo para la clase".
"Yo padezco de asma y como ella era asmática siempre conversábamos sobre el tema. Briana siempre cargaba su pompa de medicamento y cuando se sentía sofocada no salía al patio a jugar. A ella nunca le dio un ataque de asma serio en la escuela", dijo la profesora.
Pasado el mediodía, la familia se trasladó al cementerio Evergreen, donde le dieron a Briana cristiana sepultura.
jose.acosta@eldiariony.com
NUEVA YORK — "Parece la ‘Bella Durmiente’". Así comentaban ayer durante el funeral familiares y amigos de
Briana Ojeda, de 11 años, no sólo porque estaba vestida de blanco, con una tiara y rodeada de flores, sino porque su féretro fue trasladado a su santa sepultura en un coche con ventanas de cristal, tirado por dos caballos blancos.
Briana es la niña que murió de un ataque de asma el pasado viernes en
Brooklyn, cuya madre, Carmen Ojeda, acusó a un agente policial de negarse a practicarle resucitación cardiopulmonar (CPR) a su hija, y trató de cerrarle el paso para luego darle una multa, en lugar de ayudarla a llegar al hospital
Long Island College, que quedaba a una cuadra.
"Yo le pedí que me ayudara", dijo Ojeda. ‘Mi hija se está muriendo’, le dije. ‘Mi hija no puede respirar. Ella necesita respiración de boca a boca’. Y él dijo: ‘No sé CPR’".
La identidad del agente se mantuvo en un misterio hasta que los investigadores comenzaron a revisar las compras de combustible en el sector y pudieron dar con el agente Alfonso
Méndez, de 30 años, del Cuartel 84, quien recién había cargado su auto en el área. Según la Policía, testigos lo identificaron como el oficial que no quiso ayudar a la niña Briana Ojeda. Méndez, un veterano de cinco años de servicios, fue suspendido el martes por 30 días sin derecho a pago, por no actuar de manera correcta.
Los padres de la niña, Michael y Carmen Ojeda, llegaron a la funeraria Leone vestidos de blanco, con su hijo Michael y dos perritos, con prendas blancas. Amigos y familiares se les acercaron para darles sus expresiones de pésame.