IDELFONSO VÁSQUEZ LLAMÓ A FERRETEROS A RETIRAR EL PRODUCTO
El “ácido del diablo”, como se le llama al
químico utilizado para destapar tuberías y que ha causado la muertes y
afecciones graves a una gran cantidad de personas en el país, ya no será
vendido al público. Esta decisión se ampara en la resolución 101-2010
emitida por el Instituto de Protección de los Derechos del Consumidor
(ProConsumidor), que prohíbe la comercialización de este producto al
consumidor final.
Los inspectores de la entidad oficial de defensa a los consumidores estarán revisando desde hoy los distintos comercios para hacer que se cumpla la medida.
La resolución emitida por ProConsumidor contó con el inmediato apoyo de Interior y Polícia y la Procuraduría General de la República, así como de la Asociación de Ferreteros (Asodefe), y de la Federación Dominicana de Comerciantes, las cuales se comprometieron a colaborar para que el “ácido del diablo” no se siga comercializando en el país.
Altagracia Paulino, de Pro- Consumidor, llamó a la ciudadanía a denunciar los comercios que continúen con la venta de este producto el cual se fabrica con el objetivo de destapar las tuberías de las distintas edificaciones.
“Por los hechos, por las imágenes desgarrantes, por los testimonios de las víctimas, el ácido del diablo no es un simple arma, es un arma mortal porque las personas no sólo quedan marcadas para el resto de sus vidas, sino que la sustancia penetra por la piel y afecta el cerebro y órganos nobles”, precisó, Paulino en una rueda de prensa para dar a conocer la resolución.
LOS COMERCIANTES APOYAN RESOLUCIÓN
El representante de la Federación de Comerciantes, Domingo Fermín, extendió el llamado a los 38,000 miembros de esa entidad para que no comercialicen este producto y que si alguno de los integrantes de este gremio continúa vendiendo el ácido del diablo quedará desprotegido de esta entidad al momento que sea descubierto por Proconsumidor.
“Con esto tenemos la seguridad de que este producto no se seguirá vendiendo en ninguno de los negocios de nuestros asociados incluyendo los miembros Asodefe, que son de los que más venden este producto.
La resolución 104-2010 establece que la venta de este producto queda autorizada de manera exclusiva para procesos industriales, empresas de servicios y técnicos habilitados para tales fines.
Los inspectores de la entidad oficial de defensa a los consumidores estarán revisando desde hoy los distintos comercios para hacer que se cumpla la medida.
La resolución emitida por ProConsumidor contó con el inmediato apoyo de Interior y Polícia y la Procuraduría General de la República, así como de la Asociación de Ferreteros (Asodefe), y de la Federación Dominicana de Comerciantes, las cuales se comprometieron a colaborar para que el “ácido del diablo” no se siga comercializando en el país.
Altagracia Paulino, de Pro- Consumidor, llamó a la ciudadanía a denunciar los comercios que continúen con la venta de este producto el cual se fabrica con el objetivo de destapar las tuberías de las distintas edificaciones.
“Por los hechos, por las imágenes desgarrantes, por los testimonios de las víctimas, el ácido del diablo no es un simple arma, es un arma mortal porque las personas no sólo quedan marcadas para el resto de sus vidas, sino que la sustancia penetra por la piel y afecta el cerebro y órganos nobles”, precisó, Paulino en una rueda de prensa para dar a conocer la resolución.
LOS COMERCIANTES APOYAN RESOLUCIÓN
El representante de la Federación de Comerciantes, Domingo Fermín, extendió el llamado a los 38,000 miembros de esa entidad para que no comercialicen este producto y que si alguno de los integrantes de este gremio continúa vendiendo el ácido del diablo quedará desprotegido de esta entidad al momento que sea descubierto por Proconsumidor.
“Con esto tenemos la seguridad de que este producto no se seguirá vendiendo en ninguno de los negocios de nuestros asociados incluyendo los miembros Asodefe, que son de los que más venden este producto.
La resolución 104-2010 establece que la venta de este producto queda autorizada de manera exclusiva para procesos industriales, empresas de servicios y técnicos habilitados para tales fines.