La muerte de Hernández ha impactado a la sociedad puertorriqueña, que se pregunta cómo un joven aparentemente sano pudo fallecer de una forma tan repentina.
La prensa puertorriqueña había denunciado en las últimas fechas la tendencia entre los estudiantes del país de ingerir bebidas energéticas mezcladas con medicamentos con el fin de mejorar el rendimiento académico.
"Algunos estudiantes recurren al consumo de estas bebidas para mantener la energía necesaria que les permita cumplir con sus obligaciones sin considerar los riesgos de salud", dijo la funcionaria.
Román subrayó que la mayoría de los jóvenes desconocen que el consumo de esas bebidas provoca daños al corazón, el sistema nervioso, dolores de cabeza, dilatación de pupilas, intoxicación, insomnio, temblor, ansiedad, hipertensión, vómitos y nerviosismo.
"Estos productos se promocionan enalteciendo los supuestos beneficios, pero la realidad es que tienen un efecto diurético que aumenta el riesgo de deshidratación y pueden producir malestar gastrointestinal y efectos laxantes", indicó la responsable de la ASSMCA.
La prensa sanjuanera informó de que el cuerpo sin vida del estudiante fue encontrado en la biblioteca del Recinto de Ciencias Médicas de la capital puertorriqueña junto a una lata de bebida energética a medio terminar.