El voto latino, motivado por campañas antiinmigrantes en varios
rincones del país, parece haber tenido mucho que ver en detener la ola
republicana a los pies del Senado federal y fuera de las fronteras de California.
Los
abrumadores triunfos republicanos en todo el país no alcanzaron a estas
dos áreas, en gran medida, porque latinos en ciertos estados del país
fueron no sólo motivados a votar por la retórica antiinmigrante que
experimentaron en campañas específicas, sino porque lo hicieron contra
los candidatos que percibían como antiinmigrantes por márgenes
extraordinarios.
Esto fue confirmado por las cifras de voto
latino de un sondeo a boca de urna realizado por Latino Decisions en
ocho estados del país. Latino Decisions es dirigida por el profesor Matt Barreto, de la Universidad de Washington, y Gary Segura, de Stanford.
"En California no hubo evidencia alguna de la ola republicana. El margen de triunfo del [gobernador electo] Jerry Brown y el de la senadora Barbara Boxer
es precisamente al que contribuyeron los latinos con su abrumador
apoyo", dijo el profesor Segura ayer al analizar los resultados. "Los
latinos además salvaron a Harry Reid en Nevada y a Bennett en Colorado".
En California, Nevada, Colorado, Arizona y Nuevo México
los latinos votaron en proporciones relativamente similares a su
participación en otras elecciones parecidas, pero lo hicieron más
abrumadoramente demócrata que nunca antes.
Por ejemplo, en la
contienda por la gubernatura de California, Jerry Brown obtuvo el 86%
del voto latino y Meg Whitman logró únicamente el 13%. En la competencia
por el Senado federal, 86% apoyó a Boxer y sólo un 14% a Fiorina.
El 18% votó en California, menos que el 22% que lo hizo en las
elecciones presidenciales, pero el margen demócrata fue más abrumador
aún que el de entonces.